
El presidente Rajoy en el pasado congreso del PP de febrero de 2017. (Foto J. Lizón)
Nos gobierna la mafia. Así son las cosas: los corruptos
están al frente de las instituciones en España. Cualquier observador honrado lo
tenía claro desde hace tiempo pero, desde hoy, lo podemos dar por “oficialmente
reconocido”. Los tribunales lo certifican: el PP es un partido corrupto y
muchos de sus principales dirigentes están camino de la cárcel. Por cierto, Zaplana
a punto de entrar en la prisión de Picassent. Les aseguro que esto en Valencia es
un símbolo definitivo. “El President a Picassent”.
De todas formas yo no quiero hablar de cuestiones judiciales
sino, aprovechando la sentencia del “caso Gürtel” y todo lo demás que sabemos,
volver a reflexionar políticamente sobre lo que está pasando.
Escuchar hoy a los dirigentes del PP decir que “son cosas
del pasado” demuestra que siguen en sus trece, desprecian a la gente, no son
demócratas y, por tanto, siguen dando amparo a la corrupción. Claro que las
sentencias judiciales se refieren al pasado, siempre se juzgan cosas ya hechas,
faltaría más que los tribunales juzgaran hechos del día o que aún no se han
dado. ¿Nos toman por imbéciles?
El problema es que los delitos ahora descubiertos los han
cometido personas con antecedentes de turbidez política cuando fueron
nombrados. Claro que lo de Zaplana es pasado pero cuando el PP lo consagra como
su líder en Valencia ya sabían de sus chanchullos telefónicos pidiendo
comisiones o de sus compras de concejales para llegar a la alcaldía de
Benidorm; y cuando Aznar lo hace ministro estaban los periódicos llenos de sus
pagos en paraísos fiscales a Julio Iglesias, sus recalificaciones “turbo” en
Terra Mítica, sus sobreprecios en obra pública, sus fondos de reptiles en Canal
9 y su rodillo parlamentario para evitar la fiscalización de la oposición. Y lo
mismo vale para Rato, para Blasco, para Fabra, para Cifuentes, para Aguirre,
para López Viejo, para Bárcenas, para Matas, para Mato, para Olivas, para
Camps… y no sigo porque la lista es casi infinita.
Políticamente el PP es un partido corrupto porque jamás se
ha preocupado de evitar la corrupción apartando a todos aquellos que manchados
por la sombra de sus estafas, sus prevaricaciones llegaban a los cargos
perdonando la vida a los demás y negando todas las explicaciones que se les
reclamaban. No solo no los apartaban sino que llenaban las listas electorales
con ellos. Si el descubrimiento de los actos delictivos hubiera sido una
sorpresa, se podrían aceptar sus excusas, pero no, estaban avisados.
En realidad, uno detrás de otro, se nombraba a mafiosos y
quien nombra a un mafioso a sabiendas, no puede ser otra cosa que un mafioso
todavía mayor. La famosa boda de la hija de Aznar es el símbolo perfecto para
entender lo sucedido. Si en cualquier boda, la mayoría de los invitados del
padre de la novia son médicos, seguro que el progenitor en cuestión tiene que
ver con la medicina; si son triatletas, es que el padre es triatleta y si, como
en el caso de la boda de Ana Aznar, son corruptos, delincuentes, comisionistas,
estafadores y sinvergüenzas, es que el padre es de la misma calaña. Lo grave es
que el padre era el presidente del Gobierno.
Lo dicho, nos gobierna la mafia,. En las instituciones está su
“rama institucional” pero, no nos engañemos, el tronco está en las grandes
empresas, en los grandes bancos, en quienes controlan el sistema. Son esos que
no se presentan a las elecciones pero mandan gobierne quien gobierne. Son los
que pagan las comisiones a cambio de sus millonarios beneficios a costa de
todos, los que mueven los hilos, los que ponen las reglas del juego y se llevan
por delante a quien las incumple. Sugieren leyes a su medida y recompensan con
las puertas giratorias los servicios prestados. Sirva de ejemplo Telefónica: pasa
como con la boda de Aznar, ¿por qué contrata Telefónica a corruptos del nivel
de Rato, Urdangarín o Zaplana? ¿No conocen su pasado? El ejército de
investigadores que tiene Telefónica sabe más de estos tres sujetos (y de mucha
otra gente) que la misma policía, por tanto, si Telefónica contrata mafiosos es
porque ellos forman parte del mismo negocio.
Qué lástima que Albert Rivera y sus “Ciudadanos” miren a
tanto corrupto y sólo vean españoles. Españoles como ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario