La
concentración parcelaria de la Marjal de Pego-Oliva lleva más de 30
años pendiente. A los pocos meses del inicio de esta legislatura, el
secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, y
yo, junto con nuestros respectivos equipos de directores generales,
nos pusimos manos a la obra para avanzar hacia una solución
definitiva.
No
es sencillo. Las concentraciones parcelarias son siempre complejas y
ésta, además, se complicada aún más si cabe por todos los años
que lleva sin resolverse, por la elevada conflictividad sufrida y por
la poca transparencia con lo que siempre se ha gestionado este tema.
Se trata de facilitar el trabajo a los agricultores que cultivan el
arroz en la zona y, al mismo tiempo, proteger el extraordinario valor
ambiental de un espacio que, no debemos olvidar, es también un
Parque Natural. En la Marjal de Pego-Oliva hay una zona de máxima
protección, donde no se puede cultivar, y otra que es zona de
cultivo. El trabajo que llevamos a cabo debe permitir encontrar la
mejor manera de permutar los terrenos que son propiedad de la
Generalitat en la zona de cultivos por otros de propiedad privada en
el espacio de máxima protección, para que de esta forma el espacio
"no cultivable" sea una sola pieza de propiedad pública.
Ayer,
junto al
director y el subdirector
general de Medio Natural, Antoni Marzo y Josep Nebot, nos reunimos
con el presidente de la Junta Rectora del Parque, Salvador Martínez,
y el director-conservador
de este
espacio protegido, Joseba Rodríguez. El mensaje que nos
transmitieron fue claro: no podemos dejar
pasar más tiempo sin avanzar en la cuestión. Ambos se ofreceron
a
hacer todo lo que esté
en
sus manos para ayudar a resolver
este complejo proceso.
Ambos conocen bien las circunstancias y el sentir de los diferentes
actores
implicados.
Una cuestión sí quedó clara: el proceso debe servir para
satisfacer a
todas
las partes. En la concentración parcelaria
todos podemos ganar ya que la gente que tiene tierras en la zona
tendrá
mayor seguridad
jurídica y mejores condiciones para trabajar y el interés general
se vera beneficiado porque se ordenará mejor un espacio tan valioso
como la Marjal de Pego-Oliva. Los respectivos Ayuntamientos
son también claves
a la hora de resolver
la cuestión y sabemos, porque lo hemos hablado hasta
ahora,
que podemos contar con
ellos.
Poco
antes del mediodía me entrevistaron
en "Mediterráneo
TV" sobre la reciente limitación de la navegación en la zona
de la "Mata del Fang" de la Albufera de
València.
Estará vigente hasta mediados de febrero si no llueve antes, que
esperamos lo haga. El
motivo de la prohibición de navegar por la zona responde a la alta
concentración de aves que hay en estos momentos
en esa
zona del lago.
La Albufera, por culpa de la extrema
sequía que estamos padeciendo y
de las limitaciones que
implica en
las aportaciones de agua, tiene menos zonas inundadas que otros años
lo
que provoca que
las aves se concentren
más. La "Mata del Fang" es una de esas
zonas de alta presencia de aves y por ello limitamos
la navegación, para no molestarlas.
Inmediatamente
después de la entrevista participé en la concentración de condena
por el asesinato machista de Andrea Carballo, la joven de 20 años de
Villarreal asesinada hace unos días por su ex-pareja al estrellar su
coche contra una gasolinera. Fueron tres minutos de silencio en la
puerta de nuestra Conselleria. Tres minutos que se repiten demasiadas
veces. Tres minutos que son tres toneladas de vergüenza y miseria
sobre los hombres que asesinan a sus parejas como si de un objeto que
les pertenece se tratara. Tres minutos de silencio contra el silencio
tantas veces cómplice, contra los machismos cotidianos que nos
parecen inocentes pero que azuzan las brasas que, demasiados golpes
después, acaban en llamas de violencia que matan mujeres. Ni una
más, ni una más... No se mueren, las estamos matando. Las estamos
matando en cantidades similares a los peores tiempos del terrorismo
etarra.
A
última hora de la mañana nos reunimos con los senadores de
Compromís Carles Mulet y Jordi Navarrete. Mulet y Navarrete están
aprovechando estos días de vacaciones parlamentarias para estudiar y
conocer aquellas cuestiones políticas que, desde la perspectiva del
Gobierno de la Generalitat, son más susceptibles de trabajar sobre
ellas desde el Senado. Con ellos repasamos temas de agua vinculados a
recuperación de acuíferos, conservación de espacios naturales,
desalinización o necesidades agrarias; también hablamos de
residuos, de la futura ley estatal de Cambio Climático y de la
imprescindible coordinación con las iniciativas y propuestas de
ámbito autonómico, sobre la contaminación que provoca el trasiego
de graneles en los puertos valencianos y, cómo no, de la
infra-financiación que padecemos «gracias» al Gobierno del PP.
La
tarde la aproveché para trabajar en la preparación de la reunión
del Consell en el próximo Seminario de Invierno de Vinaròs, que
tendrá lugar a finales de mes. Anteayer hicimos un primer balance
con los directores generales de los objetivos alcanzados en los
últimos seis meses y, ayer, tocaba definir también nuestras
prioridades de cara al próximo semestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario