Tras
pasar por Villena el pasado jueves, ayer viernes estuve entre València y
Polinyà del Xúquer, para acabar regresando a València.
A
primera hora de la mañana me reuní con el gerente de la EPSAR,
Enrique Lapuente; el director general del Agua, Manuel Aldeguer, y el
subsecretario de la Conselleria, José Moratal. Revisamos toda una
serie de cuestiones en marcha que vinculan a la EPSAR con la
dirección general del Agua. Trámites que deben pasar por la
dirección general para que la EPSAR pueda hacer obras o iniciativas
de la empresa instrumental que a su vez tienen que ver con trabajos
que se hacen desde la Conselleria. Ahora, con los graves problemas
que provoca la falta de agua, especialmente en el sur de Alicante, la
búsqueda de fórmulas alternativas y complementarias a las
tradicionales son especialmente importantes.
A
continuación, me tuve que desplazar al centro de València y también
a la ciudad de la Justicia para realizar distintos trámites ligados
a cuestiones jurídicas de nuestra coalición.
La
jornada la acabé desplazándome, ya a primera hora de la tarde,
hasta Polinyà del Xúquer. Allí me reuní con el director
territorial de la Conselleria en la provincia de València, Javier
Civera, con algunos de nuestros Agentes Medioambientales en la zona y
con la dirección del Parque Natural de la Albufera. El encuentro
tuvo lugar concretamente en la antigua Piscifactoría que la
Generalitat tenía en Polinyà. El Gobierno del PP la cerró a
comienzos de 2015 para evitar, según explicaron en su momento, un
gasto de 30.000 euros y buena parte de la instalación se trasladó a
la Piscifactoría de Tuéjar.
Así
pues, en la antigua y abandonada Piscifactoría de Polinyà, que
ahora utilizan como oficinas nuestros Agentes Medioambientales de la
zona, fue donde nos reunimos para hacer balance de cómo había ido
la campaña de la quema de la paja del arroz con la dirección
territorial, la dirección del Parque y nuestros agentes.
La
organización de la campaña, en cuanto a los permisos de quema se
refiere, fue mucho más estricta que en años anteriores lo que hizo
recaer en los agentes más responsabilidad y, al mismo tiempo, un
trabajo más complicado. Nosotros estamos muy satisfechos y
agradecidos por el gran esfuerzo que han realizado. Ayer nos
manifestaron la necesidad de mejorar los canales de información y,
por encima de todo, dotarles de los medios materiales más
necesarios e imprescindibles (mejores móviles, tablets, embarcaciones, etc).
Repasamos
las principales causas que han provocado las más de 300 actas de
infracción que han levantado durante la presente campaña, desde
quemas en días no autorizados hasta quemas fuera de horario o fuera
de las zonas delimitadas.
El
problema de la paja del arroz no es un problema medioambiental sino
un problema de gestión agraria. Se transforma en un problema
medioambiental al estar en un entorno protegido y convertirse en un
foco de contaminación y, por tanto, en un problema también para la
salud de las personas, de todas las personas. Por todo ello es tan
valioso el trabajo que han desarrollado nuestros Agentes, para evitar
esas consecuencias tan negativas derivadas de la quema de la paja del arroz. Y por ello les felicité
personalmente.
En
la reunión hablamos también de por qué se ha alargado el período
de quema. La decisión de ampliarlo, de dar más días que en años
anteriores, fue acordada con los representantes de los agricultores y
como además se han registrado muchos días con inversión térmica
la campaña se ha prolongado todavía más. La conversación sirvió
también para, aprovechando la experiencia de todos, ir perfilando
iniciativas y propuestas para los próximos años que, de seguro,
mejorarán aún más el proceso y evitarán molestias y contaminación,
que es el ámbito de nuestra responsabilidad.
Antes
de terminar el día, volví a pasar por la Conselleria porque tenía
acumulada documentación para firmar y, como ahora me tomaré unos
días de vacaciones, debía dejarla resuelta.