La
jornada de ayer la empecé un poco más tarde de lo habitual, por lo
menos en lo que se refiere a la hora de llegada al despacho. Por
primera vez me quedé en casa hasta pasadas las once de la mañana.
No, no es que se me pegaran las sábanas, ni que alargará más de la
cuenta el desayuno. Ayer me quedé unas cuantas horas más en casa
para preparar la comparecencia parlamentaria que tenía por la tarde
en las Cortes Valencianas sobre los controles en temas de calidad
ambiental que hacemos desde mi Secretaría Autonómica.
De
casa me fui al Palau de Fuentehermosa, en el barrio del Carmen, para
participar en el "Consellet". Es la reunión de todos los
jueves en la que entre los subsecretarios y los secretarios
autonómicos, y bajo la dirección de la vicepresidenta del Govern,
Mónica Oltra, se preparan los temas del Pleno del Consell de los
viernes.
Un
poco antes de comer, llegué al despacho y allí me reuní con el
asesor de Asuntos Generales, Enrique Pastor, el subdirector de
Calidad Ambiental, José Vicente Miró, y la jefe de servicio,
Beatriz Fatás, para terminar de preparar la comparecencia en las
Cortes de la que he hablado antes.
Miró
y Fatás habían preparado toda la documentación y yo la fui
encajando en el esquema que me había hecho en casa. Habitualmente
una comparecencia de estas características se prepara con algún día
de margen pero esta vez, en medio de una semana especialmente cargada
de actividad, he tenido que ir un poco contrarreloj.
En
todo caso, mi presencia en Les Corts, que era a petición propia, en
realidad era la continuación de otra comparecencia que hice antes
del verano en la que quedaron algunas cuestiones pendientes. En su
día, el PP me había preguntado por el estado de los expedientes de
evaluación ambiental y de análisis ambiental, pero no había quedado
claro que también querían información sobre los expedientes de
calidad ambiental. Como ese día no pude ofrecer datos concretos
sobre estos últimos, me ofrecí a volver en cuanto pasara el verano
y éso es lo que hice ayer.
Antes
de mi comparecencia, compareció también la consellera Elena Cebrián
que informó acerca del balance de los incendios forestales de este verano.
Fue una explicación completa que sirvió para reseñar que ha habido
una importante reducción de hectáreas quemadas pero, también, de
focos de incendios. Es evidente que las condiciones climatológicas
de cada verano tienen una influencia clara en los resultados finales
pero no es menos cierto que nuestra política de Prevención de
Incendios da buenos resultados: amplía la participación y el
seguimiento de las políticas encaminadas a reducir los riesgos;
aumentan las tareas de vigilancia; implica a más colectivos; mejora
la educación ambiental, la concienciación de la responsabilidad de
cada cual... Prevenir no es una garantía absoluta de nada pero, si
seguimos apostando por la prevención de los incendios y ampliando
sus presupuestos, a medio plazo, los incendios forestales y sus
consecuencias serán un poco más controlables y no tan destructivos.
En
cuanto a mi comparecencia, hice una explicación del estado de cómo
se está haciendo la tramitación de los diferentes tipos de
autorizaciones, licencias o peticiones relacionadas a la calidad
ambiental: gestión de residuos, licencias de actividad, protección
de la atmósfera y autorizaciones ambientales.
Ciertamente
tenemos un grave problema de celeridad en las tramitaciones. No por
problemas de funcionamiento u organización sino por falta de
personal. Trámites que deberían durar 12 meses nos cuestan 20. Esto
implica retrasos en las inversiones y en la creación de nuevos
puestos de trabajo.
En
"gestión de residuos" tenemos acumulados 1.600
expedientes. Algunos alcanzan los 15 años de antigüedad.
El
problema fundamental es la falta de personal. Los gobiernos del
Partido Popular nunca apostaron por reforzar la administración
pública de manera estable. Desde finales de la década de los 90 del
siglo pasado, la legislación ambiental se endureció: más control,
más seguimiento, mayor demanda de autorizaciones y garantías...
Ello implicó la multiplicación del volumen de trabajo en el área
de Calidad Ambiental. El PP no creó nuevas plazas de funcionarios.
El PP apostó por usar las empresas instrumentales precarizando el
trabajo, poniendo a personal de VAERSA a trabajar en el lugar de los
funcionarios... Y cuando en 2011 llegaron los recortes, el PP puso a
toda esa gente de patitas en la calle. Al final, de 114 trabajadores
que tenía el departamento en 2011, sólo quedaban 57 a principios de
2015. Sí, 57 para hacer el trabajo que antes hacían 114. Y ahora,
entre la infrafinanciación y las limitaciones para incorporar
personal funcionario que nos pone el gobierno Rajoy, no podemos
recuperar puestos de trabajo al ritmo que sería necesario.
Otro
ejemplo que expliqué ayer en las Cortes: la Generalitat tenía
sólo tres inspectores ambientales para controlar las 500
empresas que hay en nuestra Comunitat. Es decir, 1 inspector por cada
167 empresas. En Cataluña o en Madrid, tienen 1 inspector por cada 6
empresas; en Galicia, 1 por cada 12; en La Rioja, 1 por cada 8, y,
por ejemplo, en Portugal, 1 por cada 28. Nosotros, 1 por cada 167.
Acabamos de contratar a 3 más, es decir, hemos doblado el número de
inspectores. En lugar de tres disponemos de seis plazas. Todavía
estamos lejos de los objetivos pero en algo hemos mejorado.
Y
otra cosa: desde 2003 a 2015 no se puso ni una sola sanción ligada
al control de emisiones. ¿La razón? No se hacían inspecciones con
empresas de control acreditadas y, por tanto, no había base para
sancionar. Doce años sin una sola sanción. Nosotros, en este último
año hemos hecho seis inspecciones sorpresa a seis grandes empresas
y, en dos casos, hemos abierto expedientes sancionadores. En uno de
ellos, la sanción asciende a más de 100.000 euros.
La
gestión que hacemos seguro que tiene muchas carencias pero es
objetivamente bastante mejor que la de anteriores legislaturas. Para
demostrarlo enseñé un gráfico que evidencia que en el caso de los
expedientes de autorización ambiental integrada, que son los de
mayor complejidad y los que implican mayores riesgos
medioambientales, en tiempo de los gobiernos de Francisco Camps la
reducción de personal comportaba una reducción equivalente en el
número de expedientes tramitados. Nosotros con el mismo personal
estamos tramitando el doble de expedientes. Se puede ver en el
gráfico adjunto.
Todo
esto y algo más fue lo que expliqué ayer en Les Corts. La
representante del PP no se mostró demasiado convencida con mis
explicaciones. Tampoco se creyó que los problemas de financiación
estuvieran perjudicando nuestras posibilidades de gestión y me dijo
que ellos con la misma financiación lo hacían mejor. Yo le dije que
no, que ciertamente tanto los gobiernos del PP como, por ejemplo, el
del Botánico, teníamos problemas de financiación, pero la
diferencia está en que, además, ellos robaban, como se ha
demostrado, incluso, en los tribunales. Y esto aún debilitaba más
la acción de la administración y la atención al servicio público
y a los intereses de la gente.
Que el actual gobierno de la
Generalitat es bastante más honrado que los del PP se demuestra en
la ausencia absoluta de casos de corrupción. Que también somos
mejores gestores lo demostré ayer con los datos ofrecidos a lo largo de mi
comparecencia.
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