De
nuevo, el barranc dels Frares de Godella fue uno de los temas de los
que me ocupé ayer. Tenemos un problema, hay zonas de Burjassot,
Godella y Rocafort que sufren inundaciones cuando llueve mucho por
culpa de la falta de canalizaciones de las aguas pluviales que llegan
al barranco dels Frares de Godella. Un problema que se arrastra desde
hace más de 20 años. Ahora disponemos de un proyecto heredado de la
época de los gobiernos del PP que propone la construcción de un
azarbe por la huerta de Rocafort, de poco más de un kilómetro,
hasta desembocar en el Palmaret Bajo y el Carraixet. El proyecto
tiene fuerte contestación, empezando por el Ayuntamiento de Rocafort
que, en su día no se opuso a la iniciativa, pero ahora sí.
Seguramente el proyecto se hubiera hecho sin demasiada discusión
hace 20 años pero, ahora, el modelo de intervención y destrucción
de la huerta es muy difícil de defender y aún más complicado de
hacer con la potente oposición que tiene.
Por
ello, llevamos un par de meses revisando la futura obra. Tal como
estaba previsto, los trabajos debían comenzar esta legislatura y ese
plazo se debe cumplir. Sabemos que los vecinos más afectados ven con
desconfianza la posible demora pero no hay proyecto más lento y con
más retrasos que aquel que tiene una fuerte oposición en la calle.
Por
eso, ayer, tras una serie de contactos a nivel político, nos
reunimos con representantes técnicos de la Conselleria y de los
diferentes Ayuntamientos para poner ya sobre la mesa las primeras
alternativas a revisar. Se trata de hacer intervenciones de drenaje
sostenible, en forma de balsas de laminación o tanques de tormenta
integrados en espacios verdes urbanos que puedan servir a la hora de
crear nuevos parques y, en momentos puntuales, puedan retener grandes
cantidades de agua. Hay muchos ejemplos de este tipo de obras,
incluso en el entorno de Valencia. La premisa con la que se trabajará
es buscar la máxima reducción del caudal del barranco y, al final,
si hay que hacer alguna intervención en la huerta que pueda ser lo
más respetuosa possible con el territorio.
Tenemos
nuevas reuniones previstas con los vecinos afectados, a los que
iremos informando sobre cómo evolucionan los trabajos de los
técnicos.
Al
mediodía, como todos los jueves estuve en la reunión del
"Consellet", previo al Pleno del Consell de esta mañana.
De nuestro departamento llevábamos un proyecto de decreto para
modificar el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de Valencia y
poder encajar así una permuta con un particular que nos cede 168
hectáreas de terrenos forestales por 83 que eran de utilidad
pública. Además del incremento de superficie, el terreno que
incorporamos nos permite unificar espacio de utilidad pública y
facilitar su gestión.
Por
la tarde, pasé un tiempo en el despacho intentando ponerme al día
de firmas pendientes y acumuladas, revisando un par de informes y
terminando las notas para la intervención que, después, tenía en
una jornada sobre contaminación por ozono en Valencia organizada por
"Ecologistas en Acción". Fueron
un par de horas de mesa redonda de lo más productivas. Expliqué
cómo afrontamos desde la Generalitat el tema de la contaminación
por ozono, su problemática, la dificultad de evitarla y otras
cuestiones más generales.
A
diferencia del control de los contaminantes primarios, la
contaminación por ozono no es una emisión directa sino que se
forma, de manera secundaria, a partir de reacciones por las
radiaciones solares en contacto con otros contaminantes. Además, se
trata de un contaminante transfronterizo y, por tanto, sus planes de
control no pueden ser en territorios reducidos.
Lo
que si se hace es un seguimiento constante y se facilita información
de los índices de afección que padecemos. En todo caso, conviene
resaltar que las zonas más afectadas por esta contaminación de
ozono no son las grandes concentraciones urbanas, donde los propios
contaminantes de las ciudades facilitan su desaparición, sino en
municipios como Morella, Elda, Coratxar, Villar o Caudete de las
Fuentes.
De
los otros participantes en la charla recibí críticas, propuestas y
alguna felicitación. Se nos reclama más decisión a la hora de
hacer el control de los focos contaminantes. Estamos en éso.
De
la
calidad del aire y del resto del
medio ambiente depende
en gran medida nuestra
salud. Y es una
partida
que
tenemos que ganar poniendo a los ciudadanos siempre por delante de
los intereses económicos, y no sólo de palabra sino de facto.
Hay que aumentar
la
conciencia ciudadana (de esto también hablamos) pero las políticas
de calidad del aire serán un buen indicador del cambio en marcha.
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