Lo mejor de la
jornada de ayer fue, sin lugar a dudas, que por la noche se dio por
estabilizado el incendio de la Calderona. Han sido 48 horas de
sufrimiento e impotencia.
Se han puesto
muchísimos medios en las tareas de extinción, gente preparada y
entregada que ha conseguido hacerse con el fuego.
Jueves de madrugada
parecía que la humedad de aquella noche podía permitir acabar con
el fuego ese mismo día pero, después, una mañana de fuerte viento,
con muchos cambios de dirección, llevó las llamas mucho más allá
de lo que se podía pensar.
Los cambios de
viento han sido una constante y, por eso, cuando ayer por la mañana
volví a estar en el puesto de mando de las tareas de extición, en
Altura, con al directora general de Prevención, Delia Álvarez, los
responsables no eran aún optimistas.
La entrada de viento
de levante, con mucha humedad, permitió la estabilización de las
llamas.
Al final, a falta de
los últimos cálculos, se han quemado cerca de 1.400 hectáreas,
1.100 de bosque y 300 de cultivos, y de las forestales, un 60% del
Parque Natural de la Calderona.
Hemos tenido la
suerte de que las llamas no hayan entrado en el corazón del Parque,
los grandes alcornoques se han salvado.
En la zona afectada
hay, sobre todo, terrenos recuperados de incendios de hace 20 años que
habían acabado con hiperdensidad de pinos que, en su momento, no se
gestionaron bien.
Ahora tocará estar
atentos a que en este incendio no haya sorpresas de última hora y
que se pueda dar por extinguido sin sustos. Queda mucho verano por
delante y mucho bosque para vigilar. Después, como estamos haciendo
en todos los grandes incendios, con los de más de 500 hectáreas
calcinadas, pondremos en marcha la Mesa de Corcertación para
gestionar su recuperación entre todos los agentes implicados.
Sin apartarme del
incendio, a primera hora de la tarde me han entrevistado en Onda
Cero. Antes que a mí han tenido al bombero que grabó y colgó en
las redes su crítica a los "gobiernos ecologistas por tener
sucio el monte”. El interés del programa era más que polemizara
con el bombero que no que explicara nuestras políticas de
prevención. En todo caso he procurado explicar las inversiones
realizadas, las mejoras en vigilancia, los programas de mantenimiento
y gestión forestal, el dinero en adecuación de caminos, toda la
labor pedagógica, campañas de publicidad y tareas de información,
etc.
He explicado que la
Comunidad Valenciana tiene casi 1'5 millones de hectáreas
forestales, el 60% del territorio, y que disponemos de muchos menos
medios de lo que se necesitan. Eso sí, en el último año
conseguimos un 19% más que el anterior de presupuesto. Y en Medio
Natural, del 2010 al 2015 se recortó un 80% su
presupuesto, y nosotros en dos años lo hemos aumentado un 40 %. También he querido
dejar claro que el concepto "limpiar el bosque" no puede
ser cargarse todos los matorrales porque también forman parte del
bosque y cumplen su función. Es evidente que tenemos mucho
trabajo por hacer y que tenemos que ir más allá de donde estamos,
mejorar la gestión, pero un bosque sucio es el que tiene desechos no
el que tiene matorrales.
Antes de ir hacia
Altura, hicimos la reunión de todos los viernes de los diferentes
directores generales de la Secretaría Autonómica y, esta vez, al
ser fin de mes, también vinieron los directores territoriales. Fue
una sesión larga y complicada ya que son muchos los temas que se
ponen sobre la mesa pero, en todo caso, destacar una cuestión: nos
dimos hasta la próxima semana para trabajar en una propuesta sobre
pago por servicios ambientales. En general ,el desarrollo rural, y
los incendios y la lucha contra ellos no están al margen, se
necesita de la complicidad de todos, y la mejor complicidad es ayudar
en el mantenimiento de nuestros espacios naturales y, en general, del
Medio Ambiente del que disfrutamos todos.
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