Tiramos
el plástico donde no toca, los plásticos acaban en el mar (en 2050
habrá más toneladas de plástico que de peces en los océanos), los
peces se comen el plástico, el plástico entra en la cadena trófica
(transferencia de sustancias nutritivas entre especies) y acabamos
comiéndonos el pescado que se ha comido el plástico. En definitiva,
el plástico que tiramos nos lo acabamos comiendo. Somos así de
inconscientes.
Este
preámbulo fue ayer el tema que, de fondo, me ocupó las primeras
horas de la mañana.
La
primera estación fue Sagunto, más concretamente el Puerto de
Sagunto. Junto con el alcalde, Quico Fernández, y los concejales
Teresa García y José Manuel Tarazona participé en una nueva
muestra de "La més neta del Mediterrani", la exposición
itinerante que Greenpeace, Amigos de la Tierra y otros grupos
medioambientalistas están llevando por toda la Comunitat para
concienciar sobre el abandono de envases en el territorio. La muestra
va dirigida a escolares y, ayer en Sagunto, un buen puñado de ellos
pasaron por la exposición.
Como
en la mayoría de los casos, la presentación llama bastante la
atención de niñas y niños. En las (breves) palabras que les dirijo
cuando acudo a la obertura de esta exposición itinerante les explico
lo que decía al principio de este texto. En temas de residuos, la
pedagogía, encarada sobre todo a los más jóvenes, es fundamental.
Del
Puerto de Sagunto al Puerto de València.
Allí,
justo en frente del edificio "Veles i Vents", está
amarrado desde el pasado miércoles por la tarde el "Rainbow
Warrior", el más emblemático de los barcos de Greenpeace, el
que ha protagonizado decenas y decenas de acciones en todo el planeta
contra las actitudes depredadoras de empresas y gobiernos.
Pues
bien, el "Rainbow Warrior" está en Valencia porque nos han
escogido como punto de arranque de una campaña mundial contra la
presencia de plástico en los mares. ¿Por qué Valencia? Se trata de
un apoyo potente y que agradecemos a todo el trabajo que está
haciendo el Govern de la Generalitat hacia una correcta gestión de
los plásticos. Los responsables de Greenpeace han destacado nuestro
proyecto de gestión de los envases de bebidas con depósito (SDDR)
como un ejemplo a seguir.
Con
el responsable de la campaña, Julio Barea, visitamos la embarcación
que, después de Valencia, pasará por Palma de Mallorca y Barcelona,
y arrancará su periplo internacional.
Las
cosas están cambiando. Hasta hace cuatro días a València venían
Ecclestone, El Bigotes, Julio Iglesias o los de la Gürtel. Ahora
viene el "Rainbow Warrior" y no para protestar por nuestras
políticas sino por aplaudirlas, eso sí, reclamando que no
traicionemos lo que decimos.
Para
mí, es un motivo de orgullo. Y por cierto, el barco de Greenpeace
abre sus puertas a todo el mundo y puede ser visitado hasta mañana
por la tarde.
Del
Puerto de València me fui al "Consellet" de todos los
jueves. Hoy de nuestra área llevamos un par de decretos para regular
el registro de empresas que se dedican a hacer trabajos forestales y
las actividades subacuáticas en zonas de reserva de pesca.
El
almuerzo de ayer no fue para nada habitual. Como el pasado día 5 fue
el Día Mundial del Medio Ambiental, los funcionarios de nuestra
Secretaría Autonómica, la de Medio Ambiente y Cambio Climático,
organizaron ayer una "comida de sobaquillo" en el viejo
cauce del Turia.
Por
la tarde, con la directora general de Prevención de Incendios
Forestales, Delia Álvarez, repasamos diferentes cuestiones respecto
el Plan de Vigilancia en marcha. La reciente muerte de un voluntario
del Plan ha hecho que muchos medios se interesaran por su
funcionamiento que, como muchas otras cuestiones, al llegar la crisis
en 2011 sufrió fuertes recortes que ahora estamos revirtiendo.
Revisar
la agenda, que no es sencillo, y prepararme la intervención que hoy
tengo que hacer en la clausura de un proyecto LIFE sobre tecnología
textil y contaminación del aire que ha coordinado el Centro de
Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) me ocupó el resto de
la jornada.
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