Retomo
el diario de mi actividad como secretario autonómico de Medio
Ambiente y Cambio Climático de la Generalitat después de una
semana, larga, de silencio a resultas de las fiestas encadenadas.
Como
hoy tengo muchas cosas que contar, procuraré no tirar de literatura
e ir directo al grano. Debo explicaciones desde el pasado día seis,
así que comenzaré por ahí.
El
jueves seis estuve en Ibi (Alicante), en el IES Fray Ignacio
Barrachina. Un grupo de alumnos llevaba días trabajando en la
recuperación y reutilización de los envases. Debatiendo sobre la
problemática de los envases convertidos en residuos y haciendo
trabajos sobre su posible reutilización. En ese contexto, me
invitaron para comentar la cuestión con las chicas y chicos del IES
y, en concreto, para explicar nuestro proyecto de gestión de envases
basado en el depósito y la devolución (SDDR). Fue el primer acto de
estas características desde que estoy en el Gobierno y, aunque en
algún momento, tuve la sensación de estar "enrrollándome»
fue una hora interesante que los alumnos siguieron con atención.
A
continuación me desplacé a Cocentaina con el concejal de Compromís,
Xavier Anduix, para ver las obras de canalización de aguas pluviales
en el barrio de La Goma, justo a la entrada de la población, que
estamos haciendo desde nuestra Conselleria para evitar inundaciones
en la localidad. También estuvo con nosotros la alcaldesa Mireia
Estepa. Se trata de una inversión de 123.000 euros y los trabajos
deberán estar terminados antes del próximo mes de junio.
De
Cocentaina prácticamente me fui al aeropuerto de Manises (Valencia)
ya que tenía que coger un avión hacia Bruselas. Allí, durante la
mañana del viernes, dentro del programa "Innovation Deal"
(Acuerdo de Innovación) que impulsa la Comisión Europea, participé
en la firma de un proyecto de investigación sobre recuperación de
aguas residuales a través de unos sistemas de membranas en
condiciones anaeróbicas. En el acto participaron dos comisarios
europeos y, de todos los proyectos presentados, sólo se han escogido
dos, y uno es el mencionado sobre la gestión sostenible del agua que
dirige un equipo de la Universidad de València y que cuenta, entre
otros, con nuestro apoyo, el de la Generalitat. Se trata de una clara
apuesta por la economía circular que, desde nuestro Gobierno y, en
línea con las prioridades de la Comisión Europea, tenemos claro que
es la única opción.
De
vuelta de Bruselas y, aprovechando los días de vacaciones que
venían, me fui a Lamu, una isla de Kenia, por ver de cerca un
proyecto en el que estoy implicado a título personal. Se trata de
una "guardería" para niños y niñas menores de siete
años, de familias sin posibilidades económicas, los más pobres en
un país pobre. El proyecto, que se llama "One day yes",
pretende llenar el vacío de una enseñanza preescolar que esas
criaturas no tendrían de otra manera y, sobre todo, les garantiza un
primer estadio de educación y, aún más, un par de comidas diarias
en condiciones.
Se
da la particularidad de que la construcción del edificio de la
escuela, que se hace gracias a las aportaciones que llegan, sobre
todo, desde la Comunitat Valenciana, usa los envases que encuentran
abandonados por el territorio como elementos constructivos. Las
paredes, a falta de ladrillos, están hechas a base de botellas, de
vidrio o plástico, que los mismos niños y niñas recogen en las
campañas de limpieza que hacen en las zonas de playa.
Como
en el caso anterior, un ejemplo de economía circular, de
aprovechamiento de los materiales, de reutilización. La experiencia
es toda una lección de cuidado por el medio ambiente que, en el
marco de las penurias que se dan en Kenia, y en particular en una
isla como Lamu donde el principal medio de transporte es el burro
porque no hay carreteras, tiene un valor incalculable.
Ayer,
ya de vuelta a la actividad habitual, comencé el día en una reunión
con los directores-conservadores de los diferentes Parques Naturales.
Ya tenemos cerrada la elección de los máximos responsables de
nuestros espacios naturales más valiosos. No ha sido un proceso
sencillo porque el trámite administrativo ha sido largo. Por primera
vez en muchos años, los directores de Parques Naturales volverán a
ser funcionarios y no personal puesto a dedo, sin preparación ni
experiencia, que es lo que había hecho el PP, saltándose la ley que
en su día se encontraron.
Ayer,
después de un saludo de la consellera Elena Cebrián, trabajamos en
el Marco Estratégico de Gestión de los Parques para poner en común
los grandes rasgos del trabajo compartido, las relaciones entre los
directores-conservadores y las Juntas Rectoras y, también, la
organización de las tareas de conservación, promoción y difusión
de estos espacios naturales.
Conservación,
concienciación y mejora de la calidad de vida en las zonas de los
Parques son los tres ejes básicos de la responsabilidad que llevamos
entre manos. Los directores son los representantes de la Generalitat
en los Parques y siempre nos tendrán a su lado respondiendo por
ellos.
Se
abre así una nueva etapa en la gestión de los Parques. La época de
la dejadez y la improvisación ha pasado a la historia y ahora, sin
mirar atrás, nos toca recuperar el tiempo perdido.
La
reunión con los directores nos ocupó toda la mañana. Ya por la
tarde, me encontré a mi despacho con el director general del Agua,
Manuel Aldeguer, para tratar la organización de una Jornada de
ámbito internacional sobre diferentes ejemplos y modelos de gestión
del Ciclo Integral del Agua. Tenemos previsto que sea en junio y hay
que cerrar fechas y participantes.
Antes
de irme a casa, estuve firmando y revisando papeles de los muchísimos
temas acumulados sobre la mesa. No acabé. Entre que la montaña era
grande y tenía también una larga lista de llamadas telefónicas por
realizar, dejé el trabajo reducido pero no acabado. Como dirían en
Kenia: "pole pole", que significa tranquilidad y paciencia.
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