Ayer fue un día
del que quiero destacar dos reuniones que, tengo la sensación, serán
provechosas.
Una fue justo
antes de comer. Junto con la directora general de Prevención de
Incendios, Delia Álvarez, y el asesor de Asuntos Generales, Enrique
Pastor, nos reunimos con la Asociación Profesional de Agentes
Medioambientales de la Comunidad Valenciana. Son un colectivo
maltratado durante muchos años, poco valorado y que, a estas
alturas, todavía tiene muchas reivindicaciones pendientes. Nos
entrevistamos con el presidente de la Asociación, Santano Álvarez,
y Vicente Pérez Saborit. Volvimos a la cuestión de la necesidad, en
opinión de la Asociación, de hacer una Ley especial de agentes
medioambientales. Nosotros, al inicio de la legislatura, nos
planteamos esta posibilidad pero dentro del conjunto de los mismos
agentes no hay acuerdo y parece más útil y sencillo incluirlos como
cuerpo específico dentro de la futura ley de la función pública.
Mientras no esté aprobada, redactaremos un decreto que contemple
también todas las necesidades de organización y funcionamiento y, a
posteriori, se incluiría en la ley. A la Asociación no le acaba de
gustar la propuesta pero saben que representa una considerable
mejora.
Tratamos
diferentes cuestiones de uniformidad, de escudos y distintivos, de
funcionamiento ordinario que son (ellos lo dicen y tienen razón)
sencillas de resolver. Quedamos en dar pasos en breve y ponerlos en
común. Temas como mejorar la comunicación sobre el trabajo que
hacen los agentes o la recogida de estadísticas sobre su trabajo son
aspectos relativamente sencillos que no pueden seguir pendientes.
La segunda reunión
que tengo la certeza de que será provechosa fue la que tuvimos, ya
por la tarde, con diferentes colectivos ecologistas y el Ayuntamiento
de Godella para revisar el proyecto de encauzamiento de los barrancos
que afectan esa población, así como también a Burjassot y
Rocafort. Se trata de un proyecto que se arrastra desde hace casi 20
años. Ahora disponemos ya de presupuesto y de calendario: en esta
legislatura puede estar terminado.
La cuestión es
que, al tratarse de una obra tan antigua, el proyecto está hecho en
clave de 10 años atrás y tiene un impacto ambiental que, con las
nuevas líneas de trabajo en ingeniería, se pueden minimizar mucho.
Esto es lo que quieren los colectivos ecologistas. El Ayuntamiento, y
también nosotros que somos los que tenemos que hacer la obra,
estamos de acuerdo pero, la alcaldesa de Godella, Eva Sanchis, agregó
que, para los vecinos que sufren las inundaciones es importante que
no haya más retrasos. La condición de no demorar la obra es de
obligado cumplimiento. En esto también hay acuerdo. Ahora, desde la
dirección general del Agua se está trabajando en repensar aspectos
del proyecto en la línea de reducir los impactos e incorporar
elementos de drenaje sostenible. Se trata, como nos pasa en otras
obras, de repensarlas un poco, actualizarlas y hacerlas sin la
oposición de nadie. La obra que se hace más rápido es la que no
tiene gente en contra.
Vuelvo a decir que
estoy convencido de que fueron dos reuniones útiles, que darán
buenos resultados. Fueron dos reuniones francas y muy intensas en
cuanto a intervenciones y debate. Buena noticia: hablar, aunque con
tos, es la marca de la casa.
Además de estas
dos reuniones, ayer el día comenzó con una mesa redonda en la que
participé justo después de que la consellera Elena Cebrián abriera
el "ClimateEurope Festival". Son tres jornadas, con
especialistas de diferentes lugares de Europa, sobre el Cambio
Climático y su relación y sus consecuencias en temas de agua y de
seguridad alimentaria. En mi intervención destaqué la importancia
que la Generalitat da a estas cuestiones y la necesidad de colaborar
y buscar sinergias con Universidad, Institutos de investigación y
similares para poder llegar a mejores políticas y a iniciativas más
útiles.
Ya en clave más
interna, ayer también estuve, junto con el director general de Medio
Natural, Antonio Marzo, y la subdirectora de Evaluación Ambiental,
Salomé Arnal, en el despacho de la consellera Cebrián revisando los
temas más destacados que, pasados los días de Semana Santa, irán a
la próxima Comisión de Evaluación.
Por otro lado, y
con los diferentes directores generales, hicimos revisar los aspectos
más destacados de los Presupuestos Generales del Estado presentados
por el Gobierno Rajoy para 2017 en cuanto a su incidencia en temas
medioambientales. Si globalmente, los Presupuestos el Gobierno del PP
son una burla para Valencia, ya que recortan las inversiones en más
de un tercio, en medio Ambiente son prácticamente inexistentes.
Hay ceros
absolutos como en temas de Cambio Climático o, por ejemplo, en
inversiones en los puertos para evitar molestias en el entorno de las
instalaciones. En Agua hay un poco más de movimiento pero también
hacia atrás, a peor. Por poner sólo dos ejemplos: la Confederación
Hidrográfica del Júcar, un organismo clave cuyo funcionamiento
condiciona y mucho el trabajo del resto de instituciones, sufre un
recorte del 50% de su presupuesto, todo en infraestructuras; y las
Comunidad de Canales del Taibilla, un 30%. Globalmente, la inversión
en nuestro territorio del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente
se queda un tercio por debajo de la de 2016.
En definitiva, que
si, en general, los Presupuestos del Estado para 2017 son nuevamente
una tomadura de pelo para la Comunidad Valenciana, costaría
encontrar un ámbito en el que la desconsideración fuera mayor que
en Medio Ambiente.
Esta tarde me voy a Bruselas a un acto relacionado con investigación en temas de agua, después tengo otro viaje (este particular) aprovechando los días festivos de la próxima semana... así que el diario lo recupero después.
Esta tarde me voy a Bruselas a un acto relacionado con investigación en temas de agua, después tengo otro viaje (este particular) aprovechando los días festivos de la próxima semana... así que el diario lo recupero después.
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