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Companys y companyes de Compromís Marina Baixa |
Yo
pensaba que la jornada de ayer iba a ser tranquila, porque tenía la
agenda menos cargada que otros días, pero no. De hecho, teníamos
prevista una reunión con tiempo por delante con Lucre Franco, la
secretaria de dirección, para preparar toda la actividad de las
próximas semanas con tranquilidad, y no la pudimos hacer.
Esperaremos hasta al martes para volver a intentarlo. Porque ayer la
empezamos tres veces y no la pudimos terminar. Debemos contestar a
peticiones de reuniones, visitas, participación en actos. Encajarlo
todo no es sencillo y si no se hace con un mínimo de cuidado lo que
acaba pasando es que se acumulan los compromisos y, a última hora,
toca cambiar fechas, quedamos mal o nos perdemos actividades que
podrían haber resultado muy interesantes y útiles.
El
caso es que ayer, desde primera hora de la mañana, se fueron
acumulando cuestiones a resolver que entraban sin avisar. Que si
peticiones de fondos europeos que había que concretar y decidir
porque no entraban en los programas todo lo que estaba inicialmente
previsto; que si documentación que había que preparar para
justificar inversiones realizadas; que si entrevistas en diferentes
medios de comunicación sobre temas urbanísticos y de residuos; que
si desde la oposición se nos pedían explicaciones sobre esto o
aquello; que si cartas que tenían que salir urgente y que
necesitaban mi visto bueno... Al final se fueron sumando cuestiones a
resolver y lo que debía haber sido una mañana de trabajo tranquilo
para planificar acciones y prepararlas bien, fue un no parar de
sorpresas y de toma de decisiones.
En
medio, una reunión rápida con el director general de Calidad
Ambiental y Cambio Climático, Joan Piquer, sobre los trámites de
ejecución de la sentencia sobre la planta de residuos sanitarios de
Alcora, y otra, con la directora general de Prevención de Incendios
Forestales, Delia Álvarez, en torno a los programas de recuperación
de terrenos quemados y el recorte en las inversiones del Gobierno de
Madrid (donde había prevista una inversión de 1'6 millones de euros
a los municipios afectados por los cuatro grandes incendios del
verano pasado, los recortes de Rajoy la redujeron a 600.000 euros).
La
mañana la acabamos con una reunión con Xavier Delgado y Jordi
Caparrós, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente de Alcudia de
Crespins. Su pretensión es recuperar el caudal ecológico en el Riu
dels Sants, que ahora está bajo mínimos. Aumentar la protección
del lugar, que ya está en el catálogo de zonas húmedas, es la
mejor manera de buscar inversiones que posibiliten su mejora
medioambiental. La Confederación Hidrográfica del Júcar es un
agente imprescindible en la recuperación del espacio.
Por
la tarde me desplacé hasta Villajoyosa donde participé en un acto
de Compromís sobre la gestión de residuos. La charla tuvo lugar en
La Barbera, un espacio recuperado como centro cultural, que estaba
prácticamente lleno. Como siempre el debate fue animado, pudimos
compartir información y quedó claro que nos queda mucho camino por
recorrer, mucho trabajo por hacer pero, también, que la ciudadanía
entiende la necesidad de implicarse. Como es lógico, el tema del
SDDR fue de nuevo protagonista. El nuevo modelo que proponemos para
la gestión de envases genera mucho interés y, todo sea dicho, mucha
comprensión y mucha aceptación. Las encuestas dicen que la gente lo
ve con muy buenos ojos y, cuando hablas en público, queda claro que
el proyecto cuenta con un apoyo más que mayoritario en la calle.
Cuanto más lo cuentas, más se entiende como una oportunidad de
cambio y mejora que no debemos dejar pasar.