La
semana la empecé con la habitual reunión de comunicación de la
Secretaría Autonómica en la que revisamos todos los temas de
agenda, visitas, entrevistas, reuniones y contactos que tenemos
previstos de aquí al viernes. Esta semana que tenemos por delante
será intensa para la Conselleria ya que estará cargada de actividad
parlamentaria que hay que añadir a la carga de trabajo que genera la
gestión del día a día.
Después
de un par de llamadas telefónicas que tenía pendientes aún de la
semana pasada, me fui al Palau de la Generalitat para participar en
la concentración de rechazo y condena por el asesinato, uno más, de
una mujer a manos de su pareja; un nuevo caso de violencia machista.
Ella se llamaba Margaret, tenía 79 años, y fue asesinada en El
Campello. Su asesino era un hombre de 86 años. Tenemos que dejar
bien claro que la sociedad no acepta estos comportamientos; que los
vamos a combatir y perseguir; y que, todos juntos, vamos a por los
asesinos, que no tienen lugar entre nosotros.
Al
volver al Palau de la Generalitat me reuní con la concejala del
Ayuntamiento de Alcublas, Maria Santolaria. Era un encuentro que yo
había aplazado en un par de veces y, ayer, finalmente, pudimos
hacerlo. Tratamos diferentes temas ligados a la recuperación de los
bosques de la zona que se quemaron en 2012 y analizamos las
herramientas que tenemos desde la Generalitat para ayudar en estos
trabajos. Ahora, pasados ya 4 años desde los incendios, es el
momento de poder intervenir, y de eso hablamos. Hay iniciativas que
dependen de programas europeos y otras que controlamos nosotros de
manera directa.
Ya
por la tarde, en el despacho de la consellera Elena Cebrián, hicimos
la reunión del Consejo de Dirección de nuestra Secretaría
Autonómica. La sesión, que habíamos preparado al detalle, fue
larga y sirvió para enfocar las principales cuestiones que llevamos
entre manos, especialmente las más urgentes, en las cuatro
direcciones generales, así como para revisar la actividad
parlamentaria que se avecina y que vuelve a arrancar tras el
paréntesis que marca el calendario de Les Corts a finales de año.
Terminada
la reunión de trabajo asistí a la conferencia del profesor José
Ángel Moreno, destacado miembro de Economistas sin Fronteras,
titulada "Semillas de la Economía Alternativa". La charla
estaba dentro del Seminario de la Fundación ETNOR, que dirige la
profesora Adela Cortina, sobre el "Compromiso de las Empresas
con los Objetivos del Desarrollo Sostenible". El profesor Moreno
se refirió de manera amplia y clara a la necesidad de que las
instituciones se impliquen en favorecer modelos de economía
sostenibles ayudando a las pequeñas empresas de la economía
colaborativa. Destacó que las grandes empresas no ven mal estos
modelos colaborativos hasta el día que se dan cuenta de que les
pueden hacer la competencia y, en ese momento, llegan los
enfrentamiento.
Tres
necesidades destacó para garantizar que los nuevos modelos de
economía sostenible puedan tener el éxito que la sociedad necesita:
la concienciación individual, la exigencia social y el apoyo
político.
El
día lo terminé en un restaurante del centro de Valencia cenando con
el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, Andrés
Martínez. Hablamos largamente de la problemática del agua en la
provincia de Alicante. Poca gente sabe tanto del tema como Martínez.
Curiosamente en el apartado de vinos de la carta del restaurante, que
era italiano, ponía: "El acqua fa male e il vino fa cantare".
Respecto al vino, nada que decir... pero del agua, tengo claro que no
sólo no ha de hacer daño sino todo lo contrario.
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