Ayer
regresamos a la cuestión Lafarge de Sagunto, la explotación del
Salt del Llop, el Pinyal y el bosque de Romeu; pero lo hicimos desde
una perspectiva que todavía no habíamos explorado. Ayer nos
reunimos con la Plataforma "El Pinyal no se toca». Había
representación de grupos ecologistas, grupos de estudios comarcales,
partidos políticos, ayuntamientos, etc. Los representantes de la
Plataforma defienden que la ampliación de la cantera de Lafarge de
Sagunto, ligada a su cementera, no se puede hacer, en ningún caso, a
costa del Pinyal, la zona que, entre otros nombres, también se
conoce como la Catalana, Hostelera o Fontanelles. El argumento que
exgrimen es que la comarca ya no puede aguantar nuevas agresiones
medioambientales y que, además, la zona del Pinyal, es especialmente
valiosa. Defienden que, no sólo no puede haber nuevas canteras, sino
que hay que ir a iniciativas de pasillos de protección forestal y
defensa del territorio. Demandan que las diferentes administraciones
implicadas trabajemos en común en esta cuestión, de manera
coordinada.
Lo
que nosotros les hemos explicado es que, como responsables
medioambientales, nuestra sensibilidad coincide plenamente con la
suya y que nuestro papel en este proceso de negociación entre el
Ayuntamiento de Sagunto y la dirección de Lafarge ha sido de
mediador. La propuesta de proteger la zona del bosque de Romeu, donde
ahora tiene derechos mineros la empresa cementera, y ofrecer como
alternativa la posibilidad de explotar el Pinyal era un principio de
acuerdo entre las dos partes en la negociación. Esa negociación
ahora está rota, así que los acuerdos inicialmente alcanzados son
papel mojado.
Nuestra
responsabilidad es tramitar el expediente de ampliación del período
de explotación del Salt del Llop, trámite que ya tenemos
prácticamente terminado a pesar de la falta de acuerdo entre los dos
partes. La discusión está en si la ampliación se hace hasta 2042 o
hasta 2035. Las dos fechas son mucho más amplias que las reservas de
material existentes en la actual explotación, en el actual agujero.
Antes
de este encuentro, que fue el último de la mañana, empecé la
jornada con la reunión de Comunicación donde revisamos las
diferentes agendas de todos los miembros de la Secretaría y, a
continuación, atendí dos peticiones de medios de comunicación.
En
primer lugar, me entrevistaron en Tele 5 para que les contase
nuestras previsiones para hacer frente a los daños que las recientes
nevadas provocaron en nuestros bosques. Según nuestros técnicos,
estamos hablando de más de un millón de árboles afectados, sobre
todo pinos blancos, que por sus características no aguantaron la
tormenta de nieve y viento. Son árboles arrancados de raíz o con la
mayor parte de su ramaje destrozado. Todo tiene explicación ya que,
aparte de que el pino blanco no está preparado para resistir en
estas condiciones, los años de sequía los han debilitado
enormemente y son mucho más rígidos, es decir, cuando ha llegado la
nieve y el viento, al mismo tiempo, no han aguantado. El peligro
ahora es que toda la leña muerta que queda en los bosques es
"combustible" que puede complicar muy mucho las cosas en
los meses de calor, aumentando exponencialmente el riesgo de incendio
forestal. Según nuestros cálculos, un tercio de los bosques
afectados son públicos y dos tercios privados. Los trabajos de
retirada costarán más de 4 millones de euros.
Mi
segunda intervención en un medio de comunicación fue una tertulia
en Onda Cero Elche sobre el reciclaje y, en general, la gestión de
los residuos en el País Valenciano. Volví a repetir cuáles son, a
grandes rasgos, los problemas a los que nos enfrentamos y nuestras
principales carencias. En la gestión de los residuos, tenemos una
larga y complicada tarea de reducción del volumen de basura que se
genera. En esto necesitamos la complicidad de la ciudadanía, y mucha
pedagogía, apoyo e iniciativa legislativa por nuestra parte. Venimos
de una época caracterizada por el modelo de "usar y tirar",
en la que se ha hecho un gran negocio a costa de generar más y más
residuos, y ahora ya todo el mundo comienza a ver que algo así es
insostenible. Por tanto, el objetivo final está en explicar que
debemos generar menos residuos y que, en ésto, tienen una gran
responsabilidad los distribuidores y los fabricantes. Desde la
administración autonómica es necesario que favorezcamos la recogida
selectiva y que facilitemos las infraestructuras para su tratamiento,
sin mafias y buscando el consenso ciudadano.
Ya
por la tarde, como todos los lunes, tuvimos reunión del Consejo de
Dirección en el despacho de la consellera Elena Cebrián.
Antes
de terminar quiero hacer referencia a dos actividades más que hice
el pasado fin de semana, aunque no participé en ellas como
secretario autonómico.
El
sábado estuve en Cocentaina donde celebramos la Mesa de País de
VedrsEquo y, al terminar, visitamos el proyecto Canyet, en Alcoy, en
el corazón de la Sierra de Mariola, donde, desde hace 15 años, se
está trabajando en la reintroducción del buitre. En estos momentos
ya hay en la zona alrededor de 37 parejas. A la hora que fuimos no
pudimos ver ninguno volando y nos tuvimos que conformar con ver a un
ejemplar en un árbol. Lo que sí que vimos fueron las instalaciones
y el resultado del trabajo que se ha hecho dentro de este proyecto
que merece todo nuestro reconocimiento.
El
domingo, al mediodía, participé en el manifestación que, por las
calles de Valencia, reclamaba al Gobierno el cumplimiento de los
compromisos adquiridos en relación a la acogida de refugiados.
Simple y llanamente eso, la manifestación ponía de manifiesto
también el trato inhumano que, desde la "exquisita y
democrática" Europa, estamos dando a estos miles de personas.
Criticamos a Trump por las cosas que dice pero nosotros tenemos
actuaciones parecidas. Aprovecho para recordar que muchos de los
refugiados que llegan a nuestras puertas son refugiados climáticos,
gente que huye de unas tierras que ya no dan para vivir o de las
guerras por las últimas gotas del negocio del petróleo.