Ayer
fue un día en el
que
los diarios
iban repletos de interpretaciones
sobre si el Consell,
y nuestra Conselleria
en
particular, había abandonado el proyecto de gestión de envases
basado en el depósito y el
retorno
(SDDR). Ya conté
anteayer que
no se
retira
nada, que seguiremos trabajando desde el diálogo y la negociación
con todos los sectores afectados, siempre desde la defensa del
interés general y en
cumplimiento
de nuestros compromisos electorales. Lo dijo
anteayer la
consellera
Elena Cebrián y ayer lo repitió la vicepresidenta Mónica Oltra: la
gestión de los envases forma parte de una política mucho más
amplia de gestión
de los residuos
y no se retira ninguna de las iniciativas en marcha. Por otra parte,
también hemos recibido críticas por haber anunciado una mesa de
negociación con Cierval y no con otros sectores, pero lo cierto es
que el
anuncio
se hizo tras la
reunión con los representantes empresariales. Esto no quiere decir,
ni mucho menos, que otras entidades también afectadas se queden
al margen de las conversaciones. Lo hemos hecho hasta ahora y
seguiremos la
senda del diálogo,
contaremos con
todo el mundo.
Dicho
esto, porque fue un tema del que nos tuvimos que ocupar durante la
jornada de ayer, el día comenzó con la habitual reunión de los
viernes del
grupo de dirección de mi Secretaría
Autonómica,
con
los
diferentes directores generales. Pudimos, básicamente, repasar lo
más urgente y definir el esquema de preparación del seminario del
Consell
previsto
a finales de mes en Sagunto.
A
mediodía día tuvimos una reunión con José Fabra, jefe de la
oficina técnica de asistencia a los municipios de la Diputación de
Castellón, responsable también del
Ciclo
Integral
del Agua.
Con él tratamos diferentes cuestiones de obras pendientes en
depuradoras de Castellón, así como el funcionamiento de los
consorcios de residuos. Junto
a Fabra
nos
visitó también
Silvia López, la nueva Gerente del Consorcio de Residuos de la zona
Castellón Norte (C1), y José Civera, que presta
asistencia técnica a
diferentes
consorcios de la provincia.
Varias
veces tuve
que salir del despacho para
atender las
preguntas de los periodistas sobre la sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de
la Comunitat Valenciana de cerrar
la fase 3 de la depuradora de Pinedo por falta de licencia ambiental.
Más allá de que se está estudiando el recurso ante
el
Tribunal, lo que expliqué son
las
graves consecuencias medioambientales que tendría desconectar la
instalación. De hacerse, una cuarta parte de toda el agua que se
depura en
la
Comunitat llegaría
al mar sin cumplir los parámetros de calidad que marcan las normas
europeas y gran parte del agua que ahora se usa para riego dejaría
de estar en condiciones. También la
Albufera
se vería gravemente afectada. Por todo ello, lo
que de
momento hemos hecho es pedir la paralización de la aplicación de la
sentencia.
Antes
de comer, junto con los directores generales de Medio
Natural y Agua,
Antoni
Marzo y Manuel
Aldeguer, pude
reunirme
con
el alcalde de Chera y su teniente de alcalde, Alejandro Portero y
Antonio Quintana, para hablar de la situación del embalse
de Buseo.
Una infraestructura que ha pasado de manos privadas, cuando iba bien,
a manos públicas, cuando ya no daba rendimiento, en época del PP
con
Rafael
Blasco como
conseller.
Ahora la propiedad es de la Generalitat y el embalse,
que no está en muy buenas condiciones, puede provocar serios
problemas
en caso de lluvias fuertes como las de hace unas semanas. Con el
alcalde Portero también tratamos sobre
ayudas
vinculadas a fondos europeos que pueden llegar a municipios con
espacios naturales protegidos como es el caso del entorno de Chera.
Después
de comer dediqué un tiempo a tareas internas que tenía
un tanto abandonadas y,
entre otras cuestiones,
leí y firmé
documentos
pendientes.
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