Ayer
comencé el día con una entrevista para Televisión Española sobre
la situación de los Agentes Medioambientales que dependen de nuestra
Conselleria. El interés informativo está relacionado con la muerte
en acto de servicio el pasado fin de semana de dos agentes rurales en
Lleida, a manos de un cazador. En la entrevista expliqué que estamos
en conversaciones con los representantes de los Agentes
Medioambientales para desarrollar una normativa que regule su
organización, sus funciones, que les refuerce como agentes de la
autoridad y que les facilite una mejor dotación de medios. Sobre
este último aspecto ya tenemos en marcha diferentes mejoras y la
nueva normativa esperamos tenerla a punto de cara al verano. Los
Agentes Medioambientales son los que mejor conocen el territorio, los
primeros protectores de nuestra seguridad en la montaña pero, sobre
todo, son los que cuidan de nuestro patrimonio natural y merecen un
reconocimiento que, hasta ahora, no han tenido. En los últimos 15
años, el número de Agentes Medioambientales prácticamente no se ha
movido de los 250. Han aumentado las zonas protegidas, han aumentado sus responsabilidades, ha aumentado la presencia de la gente en las
montañas, ha aumentado el número de infracciones y delitos ... pero
el número de agentes no se ha movido.
Además
de ocuparme de algunas cuestiones puntuales que me habían ido
surgiendo en los últimos días, a media mañana nos pusimos a
preparar la reunión que tendremos hoy en las instalaciones del
Centro de Investigación y Experimentación Forestal (CIEF) con los
diferentes directores generales y responsables de las empresas
instrumentales que dependen de nuestra Secretaría. Aprovechando que
el Consell hace su seminario de fin de semana en Sagunto para revisar
el último semestre y preparar el próximo, nosotros haremos lo mismo
(a pequeña escala) en Quart de Poblet, donde se encuentra el CIEF.
El
final de la mañana se lo dediqué al "Consellet" de los
jueves, la reunión preparatoria del Pleno del Consell, que, como
digo, hoy se hará en Sagunto. Al "Consellet" llevábamos
dos temas de nuestra Secretaría. El primero, el decreto de
descatalogación de una zona forestal de Llombai (Sant Antoni) que se
urbanizó hace cuarenta años. Ahora será, pues, oficialmente suelo
urbano.
El
segundo tema era otro decreto. En este caso para declarar Zona ZEC
(Zona de Especial Conservación) las sierras que van desde la Hoya de
Buñol hasta el límite de La Costera: Serra de Martés y el Ave, La
muela de Cortes y el Caroig, Valle de Ayora y Sierra Boquerón,
Sierra de Enguera y Sierra de Malacara. Son zonas protegidas que
estaban dentro de la Red Natura 2000 de mantenimiento de hábitats y
especies que tenían la condición de zonas LIC (Lugar de Interés
Comunitario) y zona ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves).
Ahora, una vez están ya redactadas las Normas de Gestión es cuando
pasan a ser Zona de Especial Conservación (ZEC).
Es
conveniente explicar que el proceso de elaboración de las Normas de
Gestión de estas zonas se ha eternizado porque, por una parte, se dejó
fuera de protección un área del término de Vallada que,
finalmente, el Tribunal Supremo ha obligado a incluir, y, además, en
la tramitación se obvió la Evaluación Ambiental Estratégica.
Finalmente, todo se ha hecho como tocaba, correctamente, y se ha
podido ampliar la protección, que era nuestro objetivo.
La
tarde la dediqué íntegramente a cuestiones del partido VerdsEquo y
a preparar mi intervención en la jornada sobre Minería y Desarrollo
Sostenible que se celebrará mañana sábado en Villar del Arzobispo
(Valencia). Las minas a cielo abierto son un importante foco de
contaminación que, desde hace muchos años, tienen una fuerte
contestación popular en La Serranía valenciana donde la potencia
económica del sector también es importante.
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