Sin
lugar a dudas, trabajar
en lo que trabajo
es un lujo. Implica
dedicarle muchas
horas; hay que aguantar mucho; tener paciencia; de vez en
cuando recibes críticas, descalificaciones y reproches (que
habitualmente consideras injustas, obviamente desde la subjetividad
absoluta, eres juez y
parte)...
pero, más allá de
todo ello,
saber que tienes la posibilidad de hacer realidad ideas y proyectos
que pueden hacer el mundo un poco más justo y más libre, es
impagable. Porque
también hay
muchos momentos en los que, interiormente, te dices:
"Uffff, esto va bien. Vamos a conseguir tal o cual objetivo".
Y sabes que no satisfarás
a
todo
el mundo pero estás convencido de que lo
haces
lo mejor que puedes y que mucha gente saldrá ganando.
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La Comisión de Coordinación Institucional de Compromís en las puertas de la sede |
El
día de ayer lo empecé en una reunión con el director general de
Calidad Ambiental, Joan Piquer, sobre diferentes cuestiones
ligadas
a los Consorcios de Residuos. Estamos
introduciendo
muchas modificaciones en la forma de trabajar en los Consorcios y,
aunque los resultados no
se vayan a ver de
un día para otro, a medio plazo se experimentarán
clarísimas mejoras. Es precisamente
en
la gestión de los Consorcios donde hay que hacer visible buena parte
de la nueva política en gestión de Residuos.
A
continuación estuve en el Espai
Rambleta, en un desayuno con Avelino
Corma, químico, investigador, Premio Príncipe de Asturias, un sabio
de Moncofa. Resultó
de
lo más interesante escucharle
hablar
de sostenibilidad, de cambio climático, de cómo la investigación
nos puede llevar a fuentes energéticas más
respetuosas con
el planeta y al servicio de la calidad de vida de las personas. Le
pregunté
si creía
necesario
explicar
a la ciudadanía que las energías sostenibles no permitirán un
desarrollo
como el
que
han fomentado
los combustibles fósiles. Él mantiene plena confianza en que
gracias a las investigaciones y los descubrimientos que están por
venir los rendimientos energéticos serán muy importantes. Si lo
dice él...
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El químico e investigador Avelino Corma en Espai Rambleta |
A
continuación, y después de un par de gestiones pendientes que tenía
con Ayuntamientos,
de ponerme al día en lecturas y firmas de una montaña de documentos
que tenía atrasados, abordé
uno
de esos
temas
que
provoca esa sensación a la que me refería al inicio.
Llevamos
mucho tiempo de conversaciones conjuntas con el Ayuntamiento de
Sagunto y la empresa Lafarge para garantizar la protección de la
montaña de Romeu, en la que la cementera tenía prevista la
expansión de su cantera que ahora tiene en el Salt
del
Llop.
La protección de Romeu
va ligada al traslado de la
concesión minera
a
la zona de El
Pinyal-La Catalana, que es un lugar con
menos
valor
ambiental y con menor impacto visual y menor
uso por parte de la población. Sabemos que también hay colectivos
que no quieren esta opción, por ello, si se concreta, habrá que
extremar los controles de
la
actividad.
La
protección de Romeu
es una vieja reivindicación de la gente de Sagunto y el litigio con
Lafarge viene de lejos. Las dos partes se han movido siempre en la
desconfianza mutua. Proteger Romeu
sin provocar
la
inviabilidad
de la empresa es el reto planteado. Ayer se
acercaron
posiciones de una manera bastante evidente.
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Reunión entre las Consellerias de Medio Ambiente, Economía y Territorio con el Ayuntamiento de Sagunto y la dirección de la cementera Lafarge |
La
empresa vino a la reunión con los deberes hechos y presentó una
primera aproximación de cuál es la zona de El
Pinyal con potencial
productivo, con material a extraer.
La reunión sirvió también para marcar una hoja de ruta que permita
modificar el planeamiento urbanístico de Sagunto para que,
de
forma simultánea, pueda
llevarse a cabo la
protección de Romeu
y la
apertura de El
Pinyal.
Consell,
Ayuntamiento y empresa quedamos que, en
cuanto pasen las
fiestas navideñas,
una comisión técnica comenzará
los trabajos
para concretar
los detalles del proceso. No hemos conseguido nada, pero como yo sé
cómo terminaban habitualmente estas reuniones y, por el contrario,
viví el buen clima de ayer, estoy bastante
contento.
Debido
al retraso en esta reunión (y al
par de entrevistas radiofónicas que hice a continuación), no pude
estar en el encuentro que debía mantener con la Asociación de
Cerveceras Valencianas. Estuvo el director general Joan
Piquer. Espero tener
una
ocasión en breve para
recuperar
la visita.
La
comida, como siempre, fue de trabajo. El 90% lo son.
La
tarde, de partido (o de coalición), aunque muy ligada a la acción
de Gobierno.
Ayer,
a las cinco, constituimos la Comisión de Coordinación Institucional
de Compromís.
Se trata de una nueva
estructura
que recoge los principales cargos orgánicos, políticos e
institucionales de la coalición. Unas 30 personas. El objetivo es
mejorar la acción política de Compromís
desde todas las instituciones en las que estamos representados.
Lo que se pretende es fortalecer la coordinación para ser más
ágiles en el cumplimiento de nuestros compromisos electorales y, en
general, en las políticas a aplicar. Creo que es muy importante
destacar que no es una estructura pensada hacia dentro del partido,
no es para mirarnos el
ombligo,
sino para mejorar el servicio a la ciudadanía. Es una estructura
pensada para actuar hacia fuera.
Fue
una reunión larga. Hubo muchas intervenciones. Se destacó la
importancia del momento que estamos viviendo, nuestra gran
responsabilidad y la necesidad de lograr cambios que sean mejoras
irreversibles en la vida de la gente. Contacto, contacto y más
contactos con la ciudadanía. Ser coherentes con nuestra manera de
hacer política y contarla bien a la ciudadanía.
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Inicio de la reunión de la Comisión de Coordinación Institucional de Compromís |
La
reunión estuvo cargada de responsabilidad, ciertamente, pero también
de ilusión y de optimismo. Fue una reunión larga, casi cuatro horas
entre una cosa y otra... pero fue un lujo de aquellos de
los que
hablaba al principio.
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