La
mañana de ayer fue un maratón en forma de dos reuniones de lo más
potentes.
La
primera, a las nueve y media de la mañana, fue con los directores
generales de la Secretaría Autonómica de Medio Ambiente. Uno a uno
fuimos revisando todos los temas pendientes e hicimos algo que no
hacemos normalmente, discutir en común el sentido político de
alguna de las cosas que hacemos y cuáles son las mejores estrategias
para conseguir lo que nos proponemos. Habitualmente los debates son
siempre sobre gestión, sobre calendario, sobre los problemas que van
saliendo pero dedicamos poco tiempo a pensar sobre el fondo de
aquello que hacemos. A mi son las discusiones que más me gustan y,
aunque alguno pueda pensar que son discusiones poco útiles, a mi me
parece que son básicas.
En
temas concretos, diseñamos la jornada sobre retorno y depósito de
envases (SDDR) que queremos hacer en los próximos meses y, también,
definimos el calendario de cara a la presentación de la revisión de
la Estrategia de Energía y Cambio Climático que queremos tener
preparada para antes de Navidad.
Inmediatamente
después de acabar esa densa reunión interna, nos ocupamos de un
tema en el que llevamos trabajando mucho tiempo y en el que vamos
avanzando poco a poco: el traslado de la cantera de Lafarge de
Sagunto de su emplazamiento actual en el “Salt del Llop” a la
zona, más alejada de la costa y más al oeste, del Piñal (La
Catalana).
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Con la dirección de Lafarge y el Ayuntamiento de Sagunto hablando de la protección del bosque de Romeu |
La
de ayer no fue una reunión especialmente fructífera. Hay
coincidencia en que el desbloqueo de la zona del Piñal ha de ser
simultáneo a la protección de la totalidad del bosque de Romeu,
allí donde la empresa tiene ahora derechos mineros y el Ayuntamiento
quiere hacer un paraje natural municipal. Las dos partes están de
acuerdo pero entienden la simultaneidad de forma diferente: para la
empresa la protección de Romeu debe hacerse efectiva cuando pueda
explotarse el Piñal; en cambio, el Ayuntamiento mantiene que el
momento de la protección es cuando la tramitación urbanística para
explotar el Piñal ya esté cerrada porque, después, Lafargue
todavía tiene 10 años para seguir en el “Salt del Llop”, tiempo
más que suficiente para iniciar la nueva explotación.
Quedamos
en volver a vernos en diciembre cuando las dos partes tengan avanzado
el estudio de en qué puntos de la nueva zona de la cantera han de
realizarse las futuras extracciones.
No
quiero acabar sin hacer referencia a unas declaraciones del delegado
del Gobierno (en funciones) de la Comunitat Valenciana, Juan Carlos
Moragues, en relación a “Puerto Mediterráneo” y sobre las que
algunos periodistas me han pedido opinión. Moragues ha dicho que “el
gobierno de España dará el máximo de facilidades para tirar
adelante el proyecto” y que ellos siempre están “al lado de las
inversiones internacionales”. Parece que el delegado del Gobierno
olvida que estamos hablando del cumplimiento de la Ley, que si
“Puerto Mediterráneo” tiene una memoria ambiental desfavorable
es porque no cumple los requisitos que se le piden, y no por otra
cosa. Las palabras de Moragues son el anuncio de que la Ley no les
importa. Facilidad para invertir, todas. Nosotros seremos los
primeros en garantizarlas. Eso sí, con un límite fundamental, el
cumplimiento de la Ley. Si tanta prisa tienen ahora y tanta atención
dice que pondrán en modificar los inconvenientes planteados, podría
haberse tomado algún interés antes ya que alguno de los informes
desfavorables son de su propio Gobierno.
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El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, a la izq., con el promotor de "Puerto Mediterráneo", Salvador Arenere (foto Delegación del Gobierno publicada por "20 minutos") |
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