La
mañana de ayer la dediqué a trabajar en el despacho, eso que
comento tantas veces de papeles acumulados sobre la mesa a la espera
de ser leídos, firmados o simplemente clasificados. El volumen
diario de trabajo hace que muchas veces me quede sin tiempo para
profundizar en temas que mis compañeras y compañeros me comentan y
que, al cabo de los días, a la espera de que tome una decisión, no
he tenido tiempo siquiera para mirarlos. Cierto es que los automatismos
cada vez funcionan mejor y que, poco a poco, todo está más
organizado, pero siempre queda trabajo pendiente por hacer.
A
última hora de la mañana me reuní con el gerente de la EPSAR
(Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales), Enrique
Lapuente, para preparar el próximo Consejo de Administración de la
entidad y hacerle llegar distintas peticiones que los Ayuntamientos
con los que me he reunido recientemente me han trasladado a mi.
A la
una, como todos los jueves, hubo “Consellet”, la reunión de
subsecretarios y secretarios autonómicos, presidida por la
vicepresidenta Oltra, para preparar el plano del Consell de este
viernes. Ayer, en relación al Medio Ambiente, llevamos tres asuntos.
Dos convenios de colaboración con los Ayuntamientos de Xàbia y
Dénia sobre la solicitud de permisos de buceo en el Cabo de San
Antonio. Se trata de que los interesados puedan realizar la
tramitación completa en el Ayuntamiento y sea éste quien realice el
trámite ante la Dirección Territorial de la Conselleria que ha de
dar finalmente el permiso.
La
tercera cuestión era también un convenio entre la EPSAR y los
Ayuntamientos de Alcoi y Cocentaina y la comunidad de regantes de
Beniasent para llevar a los regantes agua depurada para uso agrícola.
Lo que establece el convenio es la fórmula para que los interesados
reintegren a la EPSAR el coste energético del bombeo hasta el punto
de entrega. Durante mucho tiempo operaciones como esta se ha hecho a
cuenta del canon del saneamiento, es decir, de lo que paga el
ciudadano por la depuración del agua, sin recuperación de costes.
Es decir, se ha estado cargando a todos los ciudadanos facturas que
no les correspondían a ellos sino a los beneficiarios de esa medida.
Con este tipo de acuerdos queda claro que habrá recuperación de
costes y cómo se realizará.
El convenio entre la EPSAR y los beneficiarios marca cómo se recupera el coste de llevar agua depurada hasta otros usos. |
La
tarde la dediqué íntegramente al tema de residuos y, para ser más
exactos, al nuevo proyecto de depósito y devolución de envases
(SDDR) que, precisamente, lo que hace es transformar los residuos en
recursos.
Con
el director general del área, Joan Piquer, revisé el estado de los
compromisos de las últimas reuniones mantenidas. En concreto
hablamos de la reunión de la semana pasada con los representantes de
Consum, MásyMás y Mercadona, de todos los documentos que les había
entregado y de los compromisos adquiridos para que, la semana que
viene, analizáramos las conclusiones a las que hubieran llegado
después de estudiarse la documentación entregada. Parece obvio que
tendremos que cambiar la manera de relacionarnos con ellos porque
ayer nos desayunamos con su respuesta en la prensa, por boca del
director de la Asociación de Supermercados, Pedro Reig, cuando
habíamos acordado que nos la trasladarían en la próxima reunión
prevista, como digo, para la semana que viene. No nos parece la mejor
forma de actuar, pero nosotros, en defensa del interés general y
convencidos como estamos de la bondad de nuestro proyecto, seguiremos
compartiendo con todos los interesados cada paso que vayamos dando.
Para
terminar la jornada, y sin cambiar de tema, tuve una entrevista con
el diario “Información” de Alicante sobre el SDDR y, después,
el asesor parlamentario Rubén Tello me explicó el borrador de
programa de una jornada sobre la gestión de envases que vamos a
organizar con la participación de especialistas de todo el Estado y
del extranjero.
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